El cáncer de próstata es el cáncer más común en los hombres. Y es la principal causa de muerte por cáncer en hombres mayores de 75 años de edad.
Estudios han revelado que el cáncer de próstata se encuentra en aproximadamente el 50 % de los hombres mayores de 70 años y casi prácticamente en el 100 % de los mayores de 90 años. Rara vez se encuentra en hombres menores de 40 años de edad.
Sin embargo, muchos de los afectados no llegan a ser conscientes del padecimiento, debido a la falta de síntomas reconocibles. Además, a diferencia de otros tipos de cáncer, el de próstata se caracteriza por evolucionar muy lentamente.
La próstata es la glándula encargada de producir un líquido que se combina con el esperma para formar el semen. Es del tamaño de una nuez, se encuentra debajo de la vejiga y rodea a la uretra.
Síntomas del cáncer de próstata
En las fases iniciales, cuando el tumor está limitado a la próstata, el cáncer puede ser asintomático o estar acompañado de síntomas leves, que pueden ser fácilmente confundidos con los de la hiperplasia benigna, que es el agrandamiento no canceroso de la próstata y es un problema común en casi todos los hombres, a medida que envejecen.
Estos síntomas son incontinencia urinaria, disminución de la fuerza o interrupción del chorro de orina, aumento de la frecuencia de la micción (especialmente en la noche), dificultad para orinar y ardor durante la micción.
Cuando el cáncer ha avanzado localmente, aparecen síntomas obstructivos claros, como hematuria (sangre en la orina) o signos de infección en las vías urinarias. También, puede provocar dolor lumbar frecuente y dificultades al tener relaciones sexuales.
A su vez, cuando se trata de tumores avanzados, puede aparecer edema (o hinchazón de piernas, debido al crecimiento de los ganglios linfáticos regionales), dolores en los huesos de la pelvis y pérdida de fuerza en las piernas (por la compresión de la médula espinal o raíces nerviosas). Puede provocar además insuficiencia renal, pérdida de apetito y de peso e incluso anemia.
Causas del cáncer de próstata
No se sabe con exactitud qué causa el cáncer de próstata. Sin embargo, estudios han sugerido cuatro causas principales para la aparición de este tipo de cáncer:
- Factores genéticos. Se sabe que existe un gen específico del cromosoma 1 o gen HPC-1, que aumenta la probabilidad de contraer cáncer de próstata. También, un hombre tiene más probabilidades de padecer cáncer de próstata si su padre o hermano lo han padecido. Además, los hombres de raza negra son más propensos a padecerlo a cualquier edad.
- Factores hormonales. Tales como desequilibrios hormonales y la dependencia a los andrógenos (hormonas masculinas).
- Factores ambientales. Los hombres que emigran de regiones de baja incidencia de cáncer de próstata, mantienen una baja incidencia durante una generación y luego adoptan una incidencia intermedia.
- Agentes infecciosos. Se considera que agentes infecciosos transmitidos por vía sexual podrían causar cáncer de próstata. Aunque no hay resultados muy claros en este tema.
Adicionalmente, se han encontrado diversos factores de riesgo que podrían aumentar la posibilidad de padecer cáncer de próstata, llevar una dieta alta en grasas animales, la obesidad, la exposición prolongada a la contaminación, al aire contaminado, a químicos como el cadmio, el agente naranja, fertilizantes y sustancias químicas presentes en las industrias de la goma, imprenta, pintura y la naval.
Detección del cáncer de próstata
Para una detección oportuna del cáncer de próstata, se emplea la prueba de sangre para el antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés).
El antígeno prostático específico es una sustancia proteica que se sintetiza exclusivamente en la próstata. Sin embargo, una pequeña parte del PSA pasa al torrente sanguíneo en los hombres enfermos de la próstata. Es este PSA que pasa a la sangre el que se mide para el diagnóstico, pronóstico y seguimiento del cáncer de próstata.
Con frecuencia, el cáncer de próstata eleva el nivel de PSA antes de que aparezca algún síntoma. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la hiperplasia prostática benigna, también puede elevar el resultado de sangre para el PSA.
Si se obtiene un puntaje alto de PSA, el urólogo puede recomendar una biopsia. La biopsia es un procedimiento en que se extrae una muestra de tejido de la próstata, que posteriormente se enviará al laboratorio para su análisis.
Los resultados de la biopsia pueden indicar qué tan rápido se podría diseminar el cáncer. Esto lo expresa mediante el puntaje de Gleason, que clasifica los tumores en una escala del 1 al 5. Se pueden tener diferentes grados de cáncer en una sola muestra de la biopsia. En ese caso, los dos grados más comunes se suman entre sí, y la suma de éstos da el puntaje de Gleason.
Entre más alto sea el puntaje de Gleason, mayor será la probabilidad de que el cáncer se disemine más allá de la glándula prostática. Si el puntaje es de 2 a 5, el cáncer de próstata es de grado bajo. Cuando el puntaje es de 6 a 7, el cáncer es de grado intermedio (la mayoría de los cánceres de próstata se ubican en este grupo). Mientras que los puntajes de 8 a 10 indican un grado alto de cáncer, lo que indica una alta probabilidad de que se disemine.
A su vez, para determinar si el cáncer de próstata se ha diseminado, se pueden realizar los siguientes exámenes: tomografía computarizada, gammagrafía ósea y resonancia magnética.
Así mismo, el diagnóstico del cáncer de próstata se puede realizar mediante el tacto rectal, en que el urólogo busca algún bulto o cualquier cosa fuera de lo normal. Un tacto rectal anormal, que revela una superficie dura e irregular, puede ser la única señal del cáncer de próstata.
Tratamientos del cáncer de próstata
Existen diversos tratamientos para el cáncer de próstata. El tratamiento empleado dependerá de muchos factores, tales como el puntaje de Gleason, así como la salud en general del paciente. Sin embargo, hay tratamientos indicados para las diversas etapas del cáncer.
Si el cáncer no se ha propagado fuera de la glándula prostática, se recurre a la cirugía (prostatectomía radical) y la radioterapia (por ejemplo, braquiterapia o terapia de protones).
Si el cáncer se ha propagado fuera de la próstata, se utiliza principalmente la hormonoterapia. Esta opción ayuda a aliviar los síntomas y previene el crecimiento y diseminación del cáncer en el futuro, aunque no cura el cáncer.
En caso de que el cáncer de próstata se disemine incluso después de haber probado con la hormonoterapia, cirugía y radiación, se puede recurrir a la quimioterapia o a la inmunoterapia, que es un medicamento que provoca que el sistema inmunitario ataque y destruya las células cancerosas.
Cabe aclarar que la cirugía, la radioterapia y la hormonoterapia pueden afectar el desempeño sexual, así como también es probable que aparezcan problemas con el control de la orina.
Expectativa de vida del paciente con cáncer de próstata
El pronóstico de vida del paciente depende si el cáncer se ha diseminado fuera de la glándula prostática, así como del grado de normalidad de las células cancerosas (puntaje de Gleason).
La cura es posible si el cáncer no se ha diseminado. Si la cura no es posible, el tratamiento hormonal puede mejorar la expectativa de vida del paciente.
Prevención del cáncer de próstata
A pesar de que no hay ningún medicamento aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), para la prevención del cáncer de próstata, posibles formas para disminuir el riesgo de padecerlo pueden incluir cambios en el estilo de vida, tales como llevar una dieta balanceada y realizar ejercicio.
Si tienes 50 años o más o tienes familiares que han padecido cáncer de próstata, es recomendable acudir al urólogo frecuentemente para descartar o detectar a tiempo el cáncer de próstata. Ven con nosotros. Agenda una cita al: (993) 2 68 55 72, con gusto te atenderemos.
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HOLA BUENAS TARDES; ANOCHE BAÑÁNDOME EN MI TESTÍCULO IZQUIERDO APARECIÓ UN NÓDULO DEL TAMAÑO DE UN ARROZ, CERCA DEL EPIDIDIMO, NUNCA LO HABÍA ANOTADO HASTA HOY… ES NORMAL?