La insuficiencia renal es la pérdida rápida, menos de dos días, de la capacidad de los riñones para eliminar los residuos y ayudar con el equilibrio de líquidos y electrólitos en el cuerpo. Esta incapacidad puede ser causada por un coágulo de sangre por el colesterol, por la disminución del flujo sanguíneo debido a presión arterial muy baja, que a su vez puede ser resultado de quemaduras, deshidratación, hemorragias, cirugías entre otras causas. La insuficiencia renal también puede ser causada por infecciones que causan lesiones directamente al riñón, complicaciones en el embarazo como desprendimiento de la placenta, y la obstrucción de las vías urinarias.
Algunos síntomas de este padecimiento son el mal aliento y sabor metálico en la boca, defecar heces con sangre, tendencia a la formación de moretones, cambios en el estado mental o en el estado de ánimo, fatiga, dolor entre las costillas y las caderas, crisis epilépticas, hemorragia nasal, temblor en la mano, hinchazón por la retención de líquidos en el cuerpo, por lo general en tobillos, pies y piernas, cambios al momento de orinar ya sea poca o ninguna orina, ganas excesivas durante la noche o suspensión por completo.
Una vez que se encuentra la causa, el objetivo del tratamiento es restaurar el funcionamiento de los riñones y evitar que el líquido y los residuos se acumulen en el cuerpo, mientras estos órganos sanan. Generalmente es necesario permanecer una noche en el hospital. Se pueden necesitar antibióticos para tratar o prevenir la infección. Los diuréticos se pueden emplear para ayudar a eliminar el líquido del cuerpo. Se administrarán medicamentos por vía intravenosa para ayudar a controlar los niveles de potasio en la sangre. Se puede necesitar diálisis para algunos pacientes en los cuales su estado mental cambie y deja de orinar, si presenta pericarditis, que es la afección en la cual la cubierta del corazón se inflama, también si retiene demasiado líquido o si no se puede eliminar los productos de desecho nitrogenados del cuerpo. La diálisis generalmente será por corto tiempo. En raras ocasiones, el daño renal es tan grande que la diálisis se puede necesitar de manera permanente. El tratamiento de trastornos como la hipertensión arterial puede ayudar a prevenir la insuficiencia renal aguda.
Recuerde que si presenta algún síntoma debe acudir con su urólogo para una diagnóstico y tratamiento adecuado.