La infección por el VIH es una enfermedad que puede destruir gradualmente el sistema que defiende nuestro organismo, lo cual hace que para el cuerpo sea más difícil combatir infecciones. Cuando esto sucede, la persona tiene el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, también llamado SIDA. Una vez que una persona tiene el virus, éste permanece dentro de su cuerpo de por vida.
¿Cómo se transmite el SIDA?
El virus que origina el SIDA, llamado Virus de Inmunodeficiencia Adquirida o VIH, se ha encontrado en la saliva, las lágrimas, tejido del sistema nervioso y el líquido cefalorraquídeo, la sangre, el semen, el flujo vaginal y la leche materna. Se ha demostrado que sólo la sangre, el semen, las secreciones vaginales y la leche materna transmiten la infección a otros. Por esta razón, el virus de SIDA se transmite de una persona a otra a través del contacto sexual, incluido el sexo oral, vaginal y anal, a través de la sangre vía transfusiones de sangre o por compartir agujas, de la madre al hijo una mujer embarazada puede transmitirle el virus a su feto a través de la circulación sanguínea compartida, o una madre lactante puede pasárselo a su bebé por medio de la leche materna.
El SIDA no se transmite por contacto casual como un abrazo, mosquitos, participación en deportes, tocar cosas que hayan sido tocadas con anterioridad por una persona infectada con el virus. Las personas que más riesgo corren de contraer el virus son los drogadictos que comparten agujas para inyectarse drogas, los bebés nacidos de madres con VIH que no recibieron tratamiento contra el virus durante el embarazo, las personas involucradas en relaciones sexuales sin protección, especialmente con individuos que tengan otros comportamientos de alto riesgo, que sean VIH positivos o que tengan SIDA.
¿Cuáles son los síntomas del SIDA?
Algunos síntomas relacionados con el SIDA a menudo son similares a la gripe como la diarrea, fiebre, dolor de cabeza, úlceras bucales, incluso infección por hongos, rigidez o dolor muscular, sudores fríos, erupciones de diferentes tipos, dolor de garganta y ganglios linfáticos inflamados. Muchas personas no tienen síntomas cuando se les diagnostica el VIH.
Casi todas las personas infectadas con el VIH de no recibir tratamiento, contraerán el SIDA. Hay un pequeño grupo de pacientes en los que el SIDA se desarrolla muy lentamente o que nunca aparece. A estos individuos se los llama pacientes sin progresión de la enfermedad y muchos parecen tener genes que impiden que el virus cause daño significativo a su sistema. Las personas con SIDA son muy susceptibles a contraer fácilmente infecciones que normalmente no se desarrollan en personas con un sistema inmunitario saludable. Estas infecciones se denominan oportunistas. En este momento, no existe una cura para el SIDA y siempre es mortal sin tratamiento. En los Estados Unidos, la mayoría de los pacientes sobrevive muchos años después del diagnóstico, debido al tratamiento con la terapia antirretroviral de alta actividad o TAAA.
¿Cómo puedo prevenir el SIDA?
Las prácticas sexuales más seguras, como el uso de condones de látex, son efectivas para prevenir la transmisión del VIH. Sin embargo, existe el riesgo de contraer la infección incluso con el uso de condones. La abstinencia es el único método seguro de prevenir la transmisión sexual del SIDA.
Solicite una cita médica si tiene cualquiera de los factores de riesgo para la infección por VIH o si presenta síntomas. Por ley, los resultados de las pruebas para el VIH deben ser confidenciales y el médico los revisará con usted.