Virus del Papiloma Humano (VPH): síntomas, prevención y tratamiento

El virus del papiloma humano (VPH) es la enfermedad de transmisión sexual más común del mundo: casi todas las personas sexualmente activas se contagian de VPH, y afecta tanto a hombres como a mujeres.

Se estima que el 80 % de las personas sexualmente activas han padecido una infección por VPH alguna vez en su vida.

Existen más de 100 cepas del VPH, de las cuales alrededor de 40 tipos pueden infectar el área genital: la vulva, la vagina, el cuello uterino, el recto, el ano, el pene y el escroto.

La infección por VPH es la causa del 99 % de los casos de cáncer cervical.

¿Cómo se contagia el VPH?

El VPH se contagia cuando la piel de tu vulva, vagina, cuello uterino, pene o ano entra en contacto con los genitales o la boca y la garganta de una persona infectada. El papiloma puede propagarse incluso sin que haya eyaculación y sin que el pene penetre en la vagina, el ano o la boca.

Síntomas del VPH

Por lo general, no produce síntomas y desaparece espontáneamente, de modo que es posible que algunas personas no sepan que están infectadas. En mujeres, se estima que el 70 % de las infecciones por VPH desaparecen en un año y el 90 % en dos años.

Sin embargo, algunos tipos pueden provocar verrugas genitales e incluso cáncer; estos tipos se contagian durante el contacto sexual.

A las infecciones por VPH se les puede denominar de bajo o de alto riesgo. Los tipos 6 y 11 son los que causan la mayoría de las verrugas genitales pero, aunque no son nada agradables, no provocan cáncer ni otros problemas graves de salud, por lo que se le denominan de bajo riesgo.

En cambio, a los tipos que causan cáncer se les denomina de alto riesgo, que son al menos una docena, pero en particular los tipos 16 y 18 son los que provocan la mayoría de los casos.

¿Son peligrosas las verrugas que provoca el VPH?

Las verrugas genitales que provocan las infecciones de VPH de bajo riesgo son inofensivas, que aparecen en la piel de la vulva, la vagina, el cuello uterino, el pene, el escroto o el ano. Son protuberancias carnosas y blandas que parecen una coliflor en miniatura.

Sin embargo, aunque las verrugas no son peligrosas ni provocan cáncer, pueden causar irritación y molestias, y al estar contagiado puedes transmitir el virus a otras personas.

¿Infecciones por VPH de alto riesgo = cáncer?

El VPH de alto riesgo transforma las células normales del cuerpo en células anormales, que con el tiempo pueden convertirse en células cancerosas. Por lo general, el cáncer tarda años en aparecer, lo que da tiempo suficiente para detectar y tratar el problema, antes de que las células normales se conviertan en células cancerosas, con altas tasas de curación.

Para ello, es importante que te realices estudios periódicamente, como la prueba del Papanicolaou o del VPH.

¿Si he tenido VPH puedo tenerlo otra vez?

Haber padecido una infección por algún tipo de VPH, aunque haya sido eliminado por el sistema inmune, no garantiza que no se pueda volver a sufrir una nueva infección provocada por el mismo tipo. No obstante, vacunarse sería una estrategia eficaz para evitar reinfecciones por el mismo otros tipos de virus.

Prevención y tratamiento para el VPH

La infección por VPH no tiene cura, pero hay muchas cosas que puedes hacer para evitar que afecte tu salud.

En primera instancia, lo más recomendable es prevenir el contagio. La mejor forma para prevenir el contagio es no tener relaciones sexuales.

También, hay vacunas que pueden protegerte del contagio de ciertos tipos. Lo más recomendable es vacunarte antes de empezar una vida sexual activa. Sin embargo, el hecho de haber tenido relaciones sexuales no es una razón para no vacunarse y tampoco disminuye la eficiencia de la vacuna. Las vacunas Cervarix y Gardasil previenen la infección por los tipos de VPH que causan el 70 % del cáncer cervical (tipos 16 y 18).

Si tienes relaciones sexuales, es recomendable que tú y tu pareja se realicen pruebas de VPH y otras ETS, para descartar la presencia de la infección. Además, se recomienda no tener múltiples parejas sexuales, pues el riesgo de contagio aumenta.

No está de más decir que el sexo seguro es un deber, no una opción. La mejor manera para prevenir el contagio durante las relaciones sexuales es usar condones y barreras de látex bucales, aunque esto no previene totalmente la transmisión, sino sólo disminuye el riesgo de contagio.

Por otro lado, cuando no ha sido posible evitar el contagio, cabe decir que las verrugas genitales provocadas por las infecciones de bajo riesgo, suelen ser indoloras y pueden ser tratadas y removidas como las verrugas de las manos y pies.

A su vez, las infecciones de alto riesgo provocadas por el VPH pueden tratarse antes de que se conviertan en cáncer, detectando y extirpando las células precancerosas, por lo cual es importante hacerse las pruebas de Papanicolaou y VPH periódicas.

Cuando el VPH provoca cáncer, pueden aparecer algunos síntomas. Por ejemplo, el cáncer de pene puede provocar cambios en el color o el espesor de la piel del pene, o bien puede aparecer una úlcera dolorosa en el pene. El cáncer anal puede causar sangrado, dolor, picazón o secreción anal. Por otro lado, el cáncer de la vulva puede provocar cambios en el color o el espesor de la piel de la vulva, así como causar dolor crónico, picazón o puede aparecer un bulto en la vulva. Mientras que el cáncer de garganta puede provocar dolor de garganta y de oído, tos constante, dolor o problemas para tragar o respirar, pérdida de peso o un nódulo o bulto en el cuello.

Si tienes cualquiera de estos síntomas, verrugas genitales o temes que puedas tener VPH no temas, agenda una cita al: (993) 2 68 55 72 y acude con nosotros para recibir tratamiento oportuno.